El hotel era un buen sitio para, además gozaba de una zona segura, justo al lado de las ruinas, de las afueras de la ciudad. Las habitaciones eran encantadoras y pequeñas, lo suficientemente espaciosas con refrigerador y un microondas y un escritorio grande. El personal es bastante amigable y super amigable todo el tiempo. La comida es fresca y no tengo nada más que recuerdos estupendos de este viaje.

Un alojamiento muy limpio, habitaciones encantadoras y pequeñas y una ubicación muy fácil. Las habitaciones con tanto una tele como un microondas. Desayuno fresco con un servicio perfecto. Ubicación en las proximidades de restaurantes y bares, de los trenes y también de las afueras de la ciudad.

Desayuno con gofres. Habitaciones funcionales, de buen tamaño, con refrigerador y con aire acondicionado...

La cama era bastante buena, el baño muy limpio y había un horno de microondas, una zona de estar y una mesa de trabajo en la habitación. El personal era increíblemente agradable y todos tenían una actitud perfecta.